martes, 21 de julio de 2009

Entrevista a Iker Jiménez (2006)

Aquí os dejo la entrevista que hicimos Julio Martínez y un servidor a Iker Jiménez durante 2006. Posteriormente, escribí toda la recreación literaria. Que lo disfrutéis.

Iker Jiménez:
“Hay algo que pervive con nosotros desde el principio de los tiempos: que es extraterrestre, probablemente; que es sobrenatural, seguramente”

Un día como cualquier otro, en la planta octava del número 31 de la Gran Vía de Madrid, el funcionamiento interno de la cadena SER seguía como si nada. El suelo enmoquetado para evitar el ruido del caminar, y los largos pasillos blancos que componen ese laberinto radiofónico, eran frecuentados con la normalidad de la rutina del trabajo bien hecho; y como todos los viernes a la una y media de la madrugada, se iba a emitir Milenio 3, programa líder de audiencia de las madrugadas de los viernes y de los sábados. Sin tener suficiente con el programa de radio, Iker Jiménez admite estar algo “cansadito”, al tener que compaginarlo con una nueva aventura del misterio (ésta vez en televisión) que se llama
Cuarto Milenio y que se emite la noche de los domingos en Cuatro.

Nuestro protagonista nos recibe con toda la cordialidad del mundo, por algo solo somos dos estudiantes de periodismo que pretenden entrevistarle y, si es posible, arañar algo de su tiempo. “¿Queréis una coca-cola o una botella de agua?” No, gracias “¿De verdad?” “Bien, creo que podemos hacer la entrevista aquí” Iker nos ha traído a un pequeño plató donde cree que podremos estar sin que nos molesten. Craso error. Un mosaico de botones rojos, y líneas verticales negras, representa la gigantesca mesa de mezclas. Una inmensa torre de aparatosos equipos, aparentan ser los sintetizadores y los magnetoscopios. Aquí se hace radio. Todo está meticulosamente configurado para su funcionamiento, por lo que no se han cuidado cuestiones como el orden o la decoración. La utilidad es el factor que impera en la radio.

La presencia de Iker Jiménez en televisión puede resultar engañosa. Su aspecto juvenil y risueño, complementado por su voz amistosa y cercana, además de su pelo alborotado, nos puede hacer pensar que nos encontramos con un principiante; alguien cargado de buenas intenciones, pero con mucho que aprender. Esto no es así. La realidad es bien distinta, porque Iker ha trabajado en casi todos los medios audiovisuales de nuestro país, desde revistas sobre el misterio, hasta las grandes cadenas televisivas, como TVE, Tele 5, Antena 3, y recientemente Cuatro. Es autor más de cinco ensayos desde 1999, y hace poco ha publicado “Camposanto”, una novela de intriga y misterio basada en sus investigaciones sobre El Bosco.

Iker cree que la televisión siempre ha tratado muy mal el tema del misterio: “Nos mostraban debates de tíos vestidos con túnicas que venían de Marte o el típico vidente que se tira eruptos. Yo entonces iba a la televisión a exponer mi conclusión o mi investigación y no he querido prestarme a debates de ese tipo”. Iker Jiménez, recibió en su día ofertas para presentar y promocionar sus libros en diversos programas nocturnos de máxima audiencia pero las rechazó. Su gesto y su mirada es grave y seria al llegar a este punto. Para él, nadie debe reírse de este tipo de temas, porque algunos son muy serios: “Haces lo que a ti te gusta sin insultar la inteligencia de ningún teleespectador...”

Iker Jiménez se considera ante todo periodista, un periodista de sucesos, que se metió de cabeza en el mundo de lo misterioso y lo paranormal por curiosidad. Ésa curiosidad sana le hizo empezar muy pronto en este oficio, desde los 16 años. Durante la entrevista, Iker no puede ocultar la nostalgia por revivir sus inicios y extiende las manos formando ademanes alegres. De Iker se podría decir que es un periodista a la antigua usanza. Su perfil periodístico es el de alguien que se desplaza al lugar de los hechos, se enfrenta a los problemas que ello puede conllevar y, lo mejor de todo, ¡es que disfruta haciéndolo! En palabras suyas, ésa es la gran aventura, una auténtica satisfacción personal.

Detrás de un profesional, siempre hay un mentor o alguien que le ha marcado mucho desde la infancia. Para Iker Jiménez hay dos nombres que destacan enormemente, Juan José Benítez y Fernando Jiménez del Oso. El primero, marcó la infancia de Iker con un librito publicado en la década de 1970: “Cien mil kilómetro tras los OVNIS”: “Yo quería ser ese tío, aunque no sabía cómo y de qué forma, porque solo tenía 11 años. Yo quería tener un 124 como Benítez, acudir a los pueblos de Castilla y vivir el misterio, contarlo como un Don Quijote”

El segundo, Fernando Jiménez del Oso, además de haberle influido en su infancia con los programas de misterio que hacía en TVE, fue quien (años después) le contrató como reportero para la revista Enigmas y más adelante, le fichó en otro programa televisivo de misterios llamado “La otra realidad” (1999): “En ese programa yo era el reportero, el que se iba a grabar a los sitios y a ver los misterios en vivo. Cosa que ahora hecho mucho de menos porque con todo este tinglado es imposible” Esto da pié para decirle a Iker que ahora hace todo lo contrario, a lo que nos respondió: “Sí, si, realmente... ¡hombre! sigo investigando para el libro que estoy haciendo y demás. Procuro sacar tiempo donde casi no hay”

Pero no todo ha sido fácil en la carrera de Iker Jiménez. No podemos olvidar como, hace tres años, cuando Milenio 3 iba a emitir su primer programa en la SER, Iker no sabía cómo o quién iba a darle el crédito suficiente para empezar un proyecto así. Porque un programa de misterio generaba muchas dudas dentro de la directiva de la cadena. Iker se mostraba emocionado al contarlo, para él fue algo muy importante. Iñaqui Gabilondo fue la persona que paró a Iker en uno de los pasillos de la SER y con un aire ameno y cercano le dijo: : “¡ Oye chaval! Me he enterado que vas a hacer un programa” Iker Jiménez estaba temblando y trataba por todos los medios de parecer seguro de sí mismo. Después de todo, había pocos motivos por los que Gabilondo quisiera hablar con él. Iñaqui volvió a insistir, porque parecía que ese joven periodista estaba algo cohibido: “¿Sabes que yo vi un OVNI, no?” A lo que Iker respondió con más tranquilidad: “Claro, Iñaqui, la historia de los reyes en el avión rumbo a China...” Iñaqui miró a Iker con una gran dosis de paternidad mientras que no paraba de pasar gente por el pasillo, y concluyó diciendo: “¡Te la voy a contar!”
Iker Jiménez y Javier de Lorenzo (Foto: JM)

“Y se sentó justo ahí, donde tú estas y me dejó hacerle la entrevista”. Iker señala con el ceño fruncido mi asiento. No puedo evitar sentir cierto escalofrío al imaginarme la escena: éste fue el plató donde empezó a emitir Milenio 3, porque ahora se emite en el plató número 1 y siempre habíamos pensado que se había emitido desde allí. Evidentemente, cuando empezó no era líder de audiencia de las madrugadas y no tenía ese estatus.

El estar especializado en un tema tan polémico como el misterio, no hace que a Iker Jiménez le falten detractores, a lo que él responde con mucha pasión que si se tiene fe en el trabajo profesional, no le tienen que importar a uno las críticas: ”si eres una persona pública tienes que asumir eso, porque todo eso no es nada si tu disfrutas con lo que haces, ésa es la filosofía” También ha tenido la mala suerte de haber difundido alguna noticia que no era verdadera. En su experiencia personal, afirma con cierto lamento, le han engañado varias veces con cosas que no parecían lo que eran: “La filosofía de nuestro programa es que somos un grupo de curiosos (por supuesto ningunos Dioses ni ningunos sabios) que nos interesamos por algunos temas que interesan a la gente y lo podemos hacer mejor o peor e incluso equivocarnos”. Iker no puede evitar comentarnos que, a veces, descubrir un fraude es más interesante que cualquier otro misterio.

Poco a poco el clima de la entrevista se va distendiendo, y podemos ir subiendo a un nivel superior. Si el lector avispado ha leído o escuchado algún trabajo de Iker Jiménez, sabrá que nuestro personaje nunca suele emitir juicios personales sobre los misterios que divulga. No es de extrañar, ya que en un amago de sinceridad, nos confiesa que su idea es contaminar lo menos posible a la persona que recibe la información. No obstante, insistimos en que nos diga cuál es su opinión sobre los fenómenos inexplicables. En este momento, Iker se piensa concienzudamente la respuesta, se lleva la mano al mentón y mira hacia abajo pensando qué decir y cómo decirlo. El tiempo se prolonga inevitablemente y el único testigo es el reloj digital de cifras rojas sobre negro del plató, en el que tan espasmódicamente traza círculos el segundero. Se ve claramente que no es algo que le guste compartir con cualquiera, pero después de varias cavilaciones, se atreve:

“Llevo casi 20 años entrevistando gente que...¡tu verás! después de más de 2.000 o 3.000 testigos, ¿qué has aprendido? Pues que la gran mayoría de los casos son irrefutables, que tú dices ¡caramba! éste tío DE VERDAD ha visto algo. Los casos más interesantes son los que llamaríamos casos cercanos, no algo en el cielo que pueden ser tantas cosas que la mayoría son explicables, pero otros casos, cosas cercanas, como el caso de Galdar, con una esfera saliendo del mar con dos tíos dentro...Pues en estos casos, en TODOS, el 99%, ocurren cosas que me han dado mucho que pensar. El testigo dice que no se cruzó con nadie en la carretera, a pesar de ser una carretera muy transitada; que de repente se hizo el silencio, que todos los animales del campo (cuando es un pastor o un agricultor) se callaron... Y me da la sensación de que entran en una coordenada distinta, como en una especie de “sueño compartido”, como una especie de cosa que acompaña al ser humano desde el principio de los tiempos, que antes se llamarían ángeles o duendes, y luego se siguen llamando lo que nosotros hemos ido aprendiendo...”

No salimos de nuestro asombro al oír las palabras de Iker. Estupefactos, seguimos escuchando su opinión más personal, mientras que por la mampara del plató, el productor de Milenio 3, Alberto Granados, nos hace señas para que terminemos de una vez. ¡No nos queda tiempo! Por suerte para nosotros, Iker le hace una seña sonriendo para que espere y continúa con su relato: “Creo que hay un fenómeno que sigue a la humanidad desde siempre: dioses, diablos, como quieras llamarlo. Que se aparece según nuestro entorno cultural y lo vemos según nuestra capa de información: como las apariciones de la virgen; si ves casos primigenios todo es lo mismo. Y no veo yo que sean cosas de chapas con tornillos que dejan huellas y que vienen de no sé donde. Yo creo, puedo estar equivocado perfectamente, que hay algo que pervive con nosotros desde el principio de los tiempos: que es extraterrestre; probablemente, que es sobrenatural; seguramente. Y que aparece y que la gente no miente, también lo creo. No creo que vengan de otro mundo, el fenómeno está mucho más cerca de nosotros”

Segundo intento de Alberto Granados para cortar la entrevista. Parece que Iker sigue sin hacerle caso, y eso es una buena noticia para nosotros porque nos permite abordar más temas de interés. Iker se ha caracterizado por llevar su nivel de investigación hasta límites insospechados en busca de la prueba o del dato, pero con ciertos límites, que, según él, debe marcarse cada uno: “Yo creo que hay que usar toda la destreza, todos los medios, toda la inteligencia; pero hay una cosa que está por encima, el código ontológico personal de cada uno, no el profesional". Sin embargo, explica con una gran valentía y una determinación sorprendente, que usaría toda su destreza para conseguir una noticia aunque no sé quién se lo impidiera.

Ése espíritu aventurero, le ha llevado a que le tilden de todo: “Mira...a mí me han tomado por testigo de Jehová, por recaudador de impuestos, por minero, por vendedor de libros, por miembro de una secta espiritualista del fin del mundo... ¡Me han tomado por todo! Pero es una experiencia impagable”. Para Iker, el hecho de sentarse cada madrugada delante del micrófono o delante de las cámaras de televisión, supone la mayor aventura posible: “siento una sensación ... que es... impagable y que ningún oro del mundo lo vale” Nos confiesa que la gran aventura es el buscar, no el encontrar.

El mundo del misterio está lleno de enigmas, pero uno de los que más ha llamado la atención de Iker Jiménez es el fenómeno OVNI, dentro de este fenómeno, le planteamos la posibilidad sobre qué pasaría si se encontrara la evidencia de la existencia de vida extraterrestre: “Yo creo que hoy en día nadie lo creería”. Acto seguido, nos explica con cierto pesar que aunque fuese una prueba irrefutable, hay muchos sistemas en el mundo para convertir en mentira todo lo que es verdad. “Nadie sabe qué es verdad y hasta dónde llegan las mentiras” Lamentablemente, Iker no cree que nunca llegue a nuestras manos esa prueba, porque se siente alejado de esas grandes verdades, al final, nos explica, uno va descubriendo cuál es su rol en el mundo: “Mi lugar es... el de si es posible, emocionar a mucha gente con la búsqueda. Que mucha gente, muchos chavales hayan comprendido el mensaje de búsqueda: sal, busca y ejerce el periodismo a tu manera; vive la libertad del buscador, que es la gran prueba”.

La gran puerta metálica insonorizada se abre y de ella surge Carmen Porter (copresentadora del programa y esposa de Iker) para decirnos, con mucha amabilidad, que se ha terminado el tiempo. En seguida recogemos nuestros objetos, damos la mano a Iker afectuosamente, nos firma alguno de sus libros, y mientras la grabadora sigue funcionando, aprovechamos para poder enterarnos de un último aspecto, y es su opinión sobre el misterio en el cine. Sin tiempo que perder, nos comenta que para él, las películas se quedan muy cortas, y entiende por cortas porque se pasan, distorsionan el argumento y le quitan la magia a la auténtica historia: “La ficción desvirtúa tanto el caso real que yo soy muy enemigo de las ficciones. Mi frase favorita es que la realidad supera siempre a cualquier ficción”